La mirada examinando la nada, el viento apenas roza sus cabellos canos, una lágrima surca lenta su mejilla y muere en la comisura de sus labios, las manos le sudan, sus palmas apuntan suplicantes al cielo, respira una vez más, ella no está, reza a pesar de su ateísmo, se encomienda su alma al señor, su cuerpo al diablo, al pasado sus dichos y sus hijos al futuro, todo se hace difuso, sus recuerdos se agolpan, movimientos espasmódicos contraen su abdomen, aprieta los dientes, un dolor presiona su pecho, respira una vez más, ella no está, tal vez lo espere en otro lugar. Sus piernas fuertes de antaño, son débiles ramas secas, los sonidos cercanos son lejanos aullidos, cierra lento los ojos y los abre con la esperanza intacta de verla, ella no está, sus suaves manos son un puño fuerte y suelta su último aliento, ella no está.
J. Daniel Valdés
muy bueno Dani!!
BELLO
Desgarrador. Me gusta
Qué manera de describir la tristeza de la ausencia y la esperanza del encuentro.
Me gusta como describe la desesperación de la ausencia inexplicable.
me encanto! casi dejo caer unas lagrimas..