Nunca he ido a esas cenas de empresa de navidad. Pero hoy, por compañerismo, después de tantos años trabajando en la misma compañía, he decidido tener un detalle con mis compañeros y los he invitado a cenar a mi casa.
He limpiado toda la casa, he sacado la mantelería nueva y la vajilla de mi madre. La comida ha tenido mucho éxito; la sopa no estaba ni demasiado fría, ni demasiado caliente, la ensalada estaba muy fresca, la pasta estaba en su punto, el marisco estaba muy rico también. Estoy muy contento porque todos me han felicitado por la ternera. Cocino tan bien, que no he tenido que utilizar aliños para quitar el sabor amargo del jefe.
Ángeles López
Deja un comentario