Le mató primero a él y luego fue a por ella. La alcanzó de madrugada, con todas las estrellas en el cielo, y la dejó tendida cerca del balcón abierto. No murió hasta el alba, así que tuvo tiempo de repasar con detalle las cosas que durante el día habían salido mal.
Con tantas horas por delante vinieron a verle la Inseguridad de su relación, la Preocupación por el trabajo y los gastos pendientes. El Descanso agonizó con ella, y amaneció convertido en otro, de nombre Cansancio.
La Noche murió, quebrada por el Insomnio
Anna Giralt
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