– ¡¡¡Manolooo!!! ¿Dónde narices has puesto la fregona? Siempre tocando todo lo que no debes. No sé por qué te jubilaste, mejor estabas trabajando.
– La he puesto a secar.
– ¿ A SECAR?, A SECAR ¿dónde? ¡Que los hilillos de la fregona no son chorizos!
– En la cuerda del patio.
– Dios bendito, en la cuerda del patio no… cuando de repente empezó a caer… ¡Oh no! como caiga al patio del hotel lo tenemos claro.
– Buenos días Dr. González. Si quiere, el desayuno se lo serviremos gustosamente en el Jardín Mimosa.
– Muy amables. Se dirigió al jardín donde se encontró con un colega doctor del simposio que iban a celebrar esa mañana en Barcelona y sólo cruzar la puerta le cayó en toda la cabeza la fregona.
– Buenos días colega González, le felicito, su método crecepelo es el más revolucionario jamás visto. Ayer sin apenas pelo y hoy con esa melena tan magistral.
Josep Valls
Deja un comentario